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jueves, 12 de junio de 2014

Resolución del caso CARLOS LUIS MANSILLA

Publico dos notas, de los (enormes) avances en la investigación de lo sucedido con mi tío Carlos Mansilla. Una de Página/12 y otra (copiando y pegando) desde Facebook, agregando incluso los comentarios, porque me parece que también son importantes.
Joaco 12-06-2014

Comienza esclarecimiento 

DESAPARICION de Carlos MANSILLA, mi hno.


Nota de Página 12, del 3-11-2010. Por primera vez en 32 años, una persona que compartió el cautiverio con mi hermano CARLOS LUIS MANSILLA en el Campo Clandestino "El Vesubio", ofrece un testimonio público ante el Tribunal Federal Nº 2. Es un avance importante, porque varios datos coinciden con Carlitos. Muy, muy agradecidos con Fernando Caivano, toda mi familia.

(click en las imagenes para ampliar)






Resolución del caso CARLOS LUIS MANSILLA desaparecido el 29-09-1978


24 de agosto de 2011

LA RESOLUCIÓN DEL CASO CARLOS LUIS MANSILLA
MI HERMANO DESAPARECIDO EL 29/9/78
SAN LUIS, 21 de agosto de 2010
Por Julio Jorge Mansilla

Link de la nota: http://www.facebook.com/notes/250746434958640/

Los Mansilla somos cinco hermanos, de Villa Mercedes, San Luis: Pedro Efraín, Carlos Luis, Julio Jorge, Daniel Iván y Silvina Luz María. Nuestra madre (fallecida), de apellido Avila, tiene un hermano, Fernando Avila, que después de estudiar escribanía en Córdoba, formó familia y se quedó a vivir allí. Sus hijos, nuestros primos, son también cinco: Silvia, Fernando Alfredo, Félix, Laura y Gustavo.
Fernando Alfredo vivía en Buenos Aires cuando desapareció, el 24/2/78. Nuestro hermano Carlos Luis, también vivía en Buenos Aires, junto con Daniel Iván, y desapareció el 29/9/78.
Para los mercedinos de Villa Mercedes, “puntanos” son solo los de la ciudad de San Luis y por lo tanto, los mercedinos no somos puntanos. Sin embargo, la fuerza de los hechos a los mercedinos nos permite aceptar que, fuera de la provincia nos identifiquen como “puntanos”.
Estos datos iniciales son útiles para entender lo que sigue.

Una persona de Córdoba, que estuvo detenida durante “El Proceso”, es llamada a declarar en la Instrucción del caso de la muerte de Walter Magallanes, asesinado en La Perla, Córdoba.
El día 2 de junio de 2010, Joaquín (mi hijo mayor) me reenvía un mail que había recibido de Félix Avila (nuestro primo de Córdoba), en donde éste último le manda la fotocopia de una hoja (que llamaremos “el documento”) de la declaración que hizo este ex-detenido.
En 1976 el declarante militaba en una de las agrupaciones que respondían a Montoneros y es trasladado a Buenos Aires por la organización en octubre de ese año. Llegado a esa ciudad queda bajo las órdenes de Fernando (Alfredo) Avila (primo hermano nuestro). En el documento, a continuación del nombre de Fernando Avila, el escribiente que le toma la declaración agrega “(a) PRIMO – aspirante, muerto en un enfrentamiento, en febrero de mil novecientos setenta y ocho”. Esto proporciona tres datos sobre Fernando:
1-. Tenía como sobrenombre “Primo”.
2-. Era “aspirante” (un grado típico de la organización Montoneros).
3-. Había sido muerto en un enfrentamiento en febrero de 1978.
El declarante sigue diciendo, que Fernando lo contacta con la columna 23 de Montoneros de Capital Federal y comienza a funcionar con el nombre de guerra “Fernando”, dependiendo de Edward Castro, alias “Gringo”, quien también se había trasladado desde Córdoba desde septiembre de 1976.
Vivió al principio con Claudio Lutman, alias “Lenteja” (en el documento lo sindican como “muerto”) y con un tal Ceballos, alias “Pajarito” en Belgrano 2029, 3° “F” de Capital Federal, pero luego, por orden de Fernando (Alfredo) Avila, se va a vivir con: el mismo Fernando (Alfredo), Edward Castro (“Gringo”) y Ceballos (“Pajarito” o “Pájaro”) en el domicilio de, Belgrano 3107, 1° piso, Capital Federal (no hay indicación de fechas precisas).
Todos estos datos surgen de la única hoja que proporciona este ex.detenido a Félix y permitieron establecer, tal como allí dice: que nuestro primo Fernando fue muerto en un enfrentamiento en febrero de 1978.
Complementariamente nos informa en qué zona se movía y quiénes eran algunos de sus compañeros.

El hecho de ser nuestro hermano Carlos primo de Fernando, permitió pensar que Carlos y Lutman se conocieran, por intermedio de Fernando. Y si se tiene en cuenta que Claudio Lutman  es secuestrado el 26 de septiembre de 1978, tres días antes que Carlos, se elaboró la hipótesis de que la caída de Carlos tuviera relación con la de Lutman.
El declarante ex-detenido manifiesta a Félix que dos de sus compañeros, en testimonios de sobrevivientes del Centro Clandestino de Detención (CCD) “El Vesubio”, son mencionados como vistos en ese CCD. Uno de ellos es Claudio Lutman.
Compartido todo este material, alrededor del 18 de junio, mi hermana Silvina, que reside en Buenos Aires, se pone a analizar todos esos testimonios en el sitio web de las Abuelas y detecta que una sobreviviente, Cecilia Ayerdi, es detenida el 28 de septiembre de 1978, un día antes que Carlos y que ella menciona a Claudio Lutman. Lo inmediato era contactar a Cecilia para ver si podía decir algo que permitiera determinar alguna relación con Carlos. Un dato importante que obtiene por Internet Silvina es que Cecilia trabaja en el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
En este punto es necesario mencionar que mi compañera, Mabel, hace por lo menos dos años, se había percatado de este hecho: que esa chica había sido detenida un día antes que Carlos y que estaba viva. Hasta había logrado obtener su mail y me lo había dejado escrito en un papel sobre el escritorio para que yo me contactara y viera si ella nos aportaba algo. Yo no le di la importancia que merecía y me dejé estar, hasta que se perdió el papel y se olvidó el tema. Ahora vemos que perdimos dos valiosos años por esa indolencia tonta.
Tomado contacto con Cecilia, por parte de Silvina, contesta inmediatamente con muy buena predisposición.
Posteriormente, el 12 de julio, la entrevistamos, Silvina, Mabel y yo, en la propia sede del EAAF y ella nos dice que siempre estuvo al tanto del caso del Carlos, porque “es el único caso de desaparición en ese día 29/9/78, que figura en las listas”. Nos dice además que ella, en su testimonio, menciona a un “estudiante de medicina” que cae justamente el 29/9/78 y que siempre pensó que ese era el Carlos Luis Mansilla que aparecía en las listas.
Al decirle nosotros que Carlos no era estudiante de medicina, ella dice que no recuerda bien por qué lo tenía así caracterizado, pero podría ser porque escuchó que decían que el chico demostró algún conocimiento de medicina, o que los represores lo relacionaron con la Facultad de Medicina, o algo que no recuerda bien. Pero que no era totalmente relevante esa caracterización.
(En las listas de personas vistas en el CCD “El Vesubio” dice:
Estudiante de Medicina: Lo menciona Cecilia Ayerdi -septiembre a octubre de 1978-, quien dice que también era amigo de Claudio Lutman, y que un día se lo llevaron, después de torturarlo muchísimo, supuestamente “al hospital” y después los represores hablaban de él como “el finadito”).
Hay una anécdota que cobra algún sentido con lo anterior y que cuenta Daniel (nuestro hermano, que vivía con Carlos) que relaciona a Carlos claramente en la militancia con cuestiones de medicina y de allí la posibilidad de que pudiera ser caracterizado como “estudiante de medicina”.
Cecilia nos manifiesta que este detenido había dado el dato de una cita, aparentemente falsa, y cuando lo llevaban hacia ella intentó escaparse tirándose del auto que lo trasladaba, pero fue recapturado. Por las salvajes torturas recibidas, posteriores a este hecho, los represores dijeron que lo llevaban “al hospital”. Que el destino no fuera “el hospital” sino un “traslado” como el que normalmente hacían, o sea para matarlo, o que realmente se murió porque no lo pudieron salvar en “el hospital” es lo de menos.
Lo que también nos dijo es que hay un sobreviviente que nunca ha testimoniado y que tenía pensado entrevistarlo (ya lo había ubicado por Internet) para preguntarle si la autorizaba a nombrarlo en su próximo testimonio en el juicio sobre el CCD “El Vesubio”.
En El Vesubio permanecían separados hombres y mujeres y por esa razón, ella no puede aportar casi nada sobre los muchachos que estuvieron esos días que estuvo ella, porque no tenían contacto. Pero el muchacho, que identifica como Fernando y del cual sabe el apellido pero no quiere decirlo hasta no hablar con él, estuvo detenido en El Vesubio por esos días y puede haber visto o escuchado algo.
El jueves pasado, 19 de agosto, Cecilia se encontró con este muchacho “Fernando”. Apenas regresa de la entrevista, a la madrugada, me escribe este revelador mail:

“Hola Julio, perdón por la tardanza pero me costó bastante contactarme con el compañero que te había mencionado. Es tarde, acabo de despedirme de él, hacía 32 años que no lo veía ni hablaba. Nunca habló del tema, ni trató de hacer memoria. Hoy empezó a hacer el esfuerzo, confío en que irá recordando más. Del chico que podía llegar a ser Carlos, efectivamente recordaba lo mismo que yo, que se había querido escapar, etc. Y dijo: “repetía todo el tiempo, soy puntano y quiero un vino con soda". Y ahí recordé que vivís en San Luis, no sé si son de allí… pero por eso te estoy escribiendo a esta hora. No quería esperar a mañana, a lo mejor esa frase te dice algo. Un abrazo
Cecilia”

El mismo día que recibo lo retransmito a mis hermanos. Efraín (nuestro hermano mayor), casualmente en Buenos Aires, se presenta junto con Silvina, en las oficinas de EAAF y se entrevistan con Cecilia. De ese encuentro surgen algunos otros elementos:
Fernando vive en San Pedro, provincia de Buenos Aires. Había hablado con él el martes, y el jueves vino a la Capital a verla. Esto da una muestra de la predisposición que puso para ponerse a recordar y contar lo que no había contado en los 32 años que han pasado.
El sobreviviente cuenta que después de estar 4 o 5 días en “El Vesubio” lo trasladaron a “El Olimpo”. En el baúl del auto donde lo llevaron iba otra persona con quien no pudo intercambiar palabra ya que esa persona iba muy malherida y solo se le escuchaba quejarse.
(Los datos que se conocen es que en “El Olimpo” solían incinerar a los que se morían allí. Se calcula que de las 700 personas que pasaron por allí entre agosto del 78 y enero del 79, sobrevivieron alrededor de 50).
Fernando cuenta que fue detenido el 28/9/78 en un bar donde fue a encontrarse con Claudio Lutman, de quien no sabía que estaba “chupado” (desde el 26/9/78). Lutman estaba en una mesa, él se acercó a su encuentro, se sentó y de inmediato aparecieron los represores y se lo llevaron. Silvia Avila (nuestra prima, hermana de Fernando Avila) dice haber estado con Carlos el 29/9/78 temprano y que al despedirse, él le dijo que se iba a un bar que, al parecer, era un lugar habitual para reencontrarse, para tratar de reconectarse con los compañeros. Bien cabe la hipótesis, que ya teníamos desde hace mucho, de que con Carlos se haya repetido la misma mecánica. Puede tomarse como otro elemento que refuerza las otras coincidencias.
Hay algo más que agregar: entre los compañeros de Carlos que recuerda mi hermano  Daniel haber visto en algún momento, menciona a tres: “Chino”, “Gallego” y “Rata”, éste último no muy seguro. Cecilia Ayerdi, en su testimonio, menciona a un “Chino” como amigo de Claudio Lutman.
Entre las personas vistas en “El Vesubio”, con signos de pregunta, se consigna a un “Gallego”, actualmente desaparecido, que estuvo allí entre fines de agosto y octubre del 78, período coincidente con las detenciones y estadías de Lutman, Ayerdi, “Fernando”, el “estudiante de medicina”, etc.

La frase nos dice mucho. NOS DICE TODO. Coincidimos en que TODO INDICA QUE “EL ESTUDIANTE DE MEDICINA” ERA CARLOS.
Cierra todo, por los siguientes elementos objetivos:
1-. Fehacientemente, aportado por Daniel, Carlos estuvo relacionado con cuestiones de medicina dentro de sus actividades en la militancia. Al menos en algún momento.
2-. El “estudiante de medicina” cae detenido el mismo día que Carlos.
3-. Es llevado a “El Vesubio”.
4-. Podría haber otros que no hayan sido denunciados, sin embargo, hasta ahora, el   único caso de desaparición el 29/9/78 denunciado, es el de Carlos.
5-. Pero además, este único caso denunciado, el de Carlos, es el de un joven de San Luis, o sea, un “puntano”
6-. Tres días antes es detenido Claudio Lutman, quien pasa por “El Vesubio” y está desaparecido.
7-. Carlos podía estar relacionado con Claudio Lutman, por ser éste último, compañero de Fernando (Alfredo) Avila, nuestro primo hermano.
8-. Un tal Fernando (no Fernando Avila, sino otro), sobreviviente, quien tiene algún contacto durante la detención con este chico (“estudiante de medicina”), dice haberle escuchado decir en varias ocasiones: “soy puntano, quiero vino con soda”.
9-. Hay dos casos que podrían relacionar más aún a Carlos con Lutman: “Chino” y        “Gallego”.

Continuación…
Por Silvina Mansilla.
Buenos Aires, noviembre de 2010.

Tal como aparece publicado en Página 12 del 3/11/2010, el 2 de noviembre pasado se realizó la declaración ante el Juzgado Federal Nº 2, en los tribunales de Comodoro Py, de Fernando CAIVANO, el sobreviviente que vive en San Pedro, secuestrado el 28/9/1978 en el bar La Giralda, pleno centro de Buenos Aires, en Avda. Corrientes. Este señor tiene actualmente 51 años y cuando sucedió todo, tenía 18. Es comerciante.
Caivano, a quien en ningún momento vimos entre julio y ese día 2 de noviembre (o sea, es un testigo que el EAFF mantuvo muy a salvaguarda de cualquier posible influencia) y cuyo apellido conocimos ese día, vuelve a decir, oficialmente y bajo juramento ahora, exactamente todo lo mismo que ha dicho a Cecilia Ayerdi. Además de muchos detalles de su propia detención, reitera la presencia –en una suerte de pasillo muy frío, donde cada uno que pasaba le pegaba–, que había allí una persona de sexo masculino, muy malherido, que deliraba, pedía agua sin éxito y repetía: “soy puntano, quiero vino con soda”. Y que a ése, lo habían traído el viernes 29 a la mañana y lo habían tenido mucho tiempo torturándolo porque se había querido escapar. Que él había esperado mucho ese día la que fue su primera sesión de picana, porque con “ése” se habían demorado mucho. Y que durante el fin de semana, yacen los dos en el pasillo, casi sin atención: encapuchados y sujetados con esposas a alguna pared, o algo así. Que él difusamente, recuerda haber comido algo de pan.
A manera de un “mensaje a la posteridad” hoy, podemos entender que esa persona, que finalmente murió a causa de las torturas, era Carlos Mansilla. La suficiente dosis de ironía socarrona (muy característica de la brillante inteligencia de nuestro hermano), está contenida en esa frase que Caivano escucha. A manera de “no pienso decirles nada”, él sin embargo, en alguna parte de su mente, pensó: “si alguno de estos compañeros sobrevive, va a recordar a un loco que repetía lo mismo una y otra vez”. Y hete aquí, que ambos datos lo identifican: por un lado, la auto-identificación con una pertenencia geográfica, un rasgo muy característico que puede surgir en un momento traumático a personas con fuerte identidad como era mi hermano Carlos…, y, por el otro, aquello que podía significarle algo de placer, casi por su “idiosincrasia”: el gusto de no morirse sin tomar un “vino con soda”. Aunque Carlos no era en absoluto alguien dado a la bebida, podría decirse que la identificación con el vino casi es un rasgo “regional”, “cuyano”, sinónimo de virilidad, de pertenencia, de valentía.






Carlos, en un día de campo...

Notas anteriores relacionadas:


[3-Abr-2011] No tan desaparecidos - Carlos Mansilla ¡Presente!







  • Juan Pablo Páez Carlos Luis Mansilla!!! PRESENTE!!!


  • María Cristina Candella Acomodando papeles de Pedro, hallé una "poesía" que le escribí a Charlín hace muchos años. Un día de estos te la envío. Besos.

  • Silvina Luz Mansilla Por si alguien que no leyó quiere leer, la resolución del caso, aquí está. Amerita un mate y 10 minutos. Gracias!!

  • Alicia Giuliani Nicoll No sé que decirte Silvina!!! cuánto sufrir... cuánto dolor ojalá en Argentina no sucedan estas cosas nunca más!!! te mando un beso

  • Stella Mas conmoverdor testimonio... mi abrazo y acompañamiento en tan profundo dolor... Fuerza y que la verdad salga a la LUZ Luz Mansilla.

  • Ana María Portillo Mi flia está en la búsqueda de datos fehacientes sobre mi hermano José Andrés Portillo desaparecido el 7 de julio. En Nunca Más sale que lo vieron en El Vesubio, pero según últimos datos y búsquedas de mi hermana, parce que habría estado o muerto en La Perla. Seguimos en búsqueda. Estamos reconstruyendo aún en búsqueda de la verdad. Qué paz saber verdad, cerrar capítulos , asumir y encontrarse aún a 30 años con los últimos momentos y su memoria....aunque duela. Un beso.
    12 de junio de 2014

  • Flavia Carrascosa Cuánto dolor. Fuerza y paz Silvina y familia. Un abrazo enorme.
    12 de junio de 2014

  • Graciela Musri Amerita mucho más que 10 minutos, mas bien muchas horas para reflexionar! Qué commoción! Abrazo y fuerza querida Silvina Luz Mansilla
    12 de junio de 2014

  • Estela Telerman Triste, conmovedor!!!! Cuánto daño el ser humano es capaz de hacer!
    12 de junio de 2014

  • Silvina Luz Mansilla Esta nota es vieja, de 2011. Al leerla Stella Mas ahora, la refrescaron algunos amigos del fb, o se enteraron ahora. Ana María Portillo ¿es 7 de julio del 78, mismo año que Carlitos? Pero qué barbaridad!! Ojo porque a veces, a partir de un dato mal se cierran posibilidades posteriores: por ejemplo, nosotros desde siempre supimos que Cecilia Ayerdi nombraba a un estudiante de medicina en esos días de fines de septiembre del 78, ella eso lo declaró desde el comienzo... Pero en realidad, no pudo recordar ahora, por qué construyó la idea de que estudiaba medicina... esa pista, que durante años creímos falsa, era buena, porque ese efectivamente es mi hermano, aunque él estudiaba económicas. Es a veces, una flor de madeja desentrañar los nombres de fantasía que usaban, las cosas en clave, en fin, difícil. En nuestro caso, el esclarecimiento (que aún no llega al meollo porque no tenemos el cuerpo y no sabemos si murió en el Vesubio o en el Olimpo) vino a partir de datos interneteros que durante las vacaciones de julio de 2010, relacioné hipotéticamente yo, quedándome noches y noches hasta las 3 o 4 de la madrugada.... hasta que logré entender todo y pasar del plano hipotético al real, hasta encontrar a las personas. Lamento mucho que estés en esta situación, asunto que no supe hasta ahora!!! Hay que seguir buscando pistas, aunque sea juntando miguitas en el camino como Hansel y Gretel...
    12 de junio de 2014

  • Silvina Argüello Desgarrador. Un abrazo.
    12 de junio de 2014

  • Melanie Plesch Silvina Luz MansillaAna María Portillo: que brille sobre ellos la luz perpetua.
    12 de junio de 2014

  • Ana María Portillo Silvina mi hermano desapareció el 7 de julio de 1976. Era estudiante de ingeniería, dirigente de la JUP , luego también montonero, ahora tendría unos 62 años. Ahora sabemos que parece lo secuestraron en Córdoba cuando fue a una reunión de ¿monotoneros?.
    12 de junio de 2014

  • Silvina Luz Mansilla Ah! es antes, y en otra ciudad. Qué lío! Y por qué habrá aparecido mencionado en el Vesubio...?
    12 de junio de 2014