Buscador

Frase del día (aunque no diaria)

Un abrazo, tu abrazo... mi reino por tu abrazo!

viernes, 25 de marzo de 2022

Mis juegos de mesa

02-Feb-2021

Mis juegos de mesa

 En este post voy a contarles sobre mi afición por el mundo de los juegos de mesa y mis pequeñas experiencias como creador.

Espero poder contarles lo suficiente para que se den una idea de cuánto me apasiona esto, y por lo tanto no lo voy a escribir de una sola vez, sino que lo iré actualizando.

 


22-Feb-2021

Los inicios

Mi papáa y mi mamá, aunque no lo admiten mucho o mejor dicho no lo practican, son bastante afectos a los juegos de mesa, y nos inculcaron ese hábto a mi y mis hermanos. Nos compraron, en la medida de sus pocas posibilidades económicas, varios jeugos de mesa. Clásicos de aquellas épocas de los 80 y 90. Tuvimos el ajedrez, el backgammon, la oca. Tambien nos regalaron una versión farandulezca del Carrera de Mente, más barata, llamada "Escándalos". No podíamos acceder a los juegos más caros. En el barrio un vecino nos prestaba cada tanto "La Ruta del Corsario" (una especie de Estanciero pero de piratas). Y en la casa de la abuela, una vecina nos prestaba el Pictionary. De más adolescentes tuvimos el Estanciero propio y otros juegos de compras, de carreras, dedados y fichas.

Me interesó mucho ese entretenimiento y cuando algún amigo tenía alguno de los juegos que no conocía, intentaba que jugáramos. Pero las ansias de tener los juegos que no podía comprar, me llevó a intentar "copiar" otros juegos. Los armaba con papel y biromes de color, usando dados y fichas de lo que fuera.

Uno de los primeros "éxitos" fue cuando copié un juego de fútbol. Era una cancha con los 11 jugadores de cada equipo marcados en la misma, y el dado señalaba la flecha que direccionaba la pelota. Muy sencillo. No recuerdo bien de dónde lo copié, creo que se lo vi a algún vendedor de esos que pasaban por el aula pidiendo permiso a la mestra. Estaba en sexto o séptimo grado de la primaria. Y digo que fue un exito porque se coparon la mayoria de mis compañeros, jugando campeonatos furiosos, donde se relataba cada partido hasta con las publicidades de la radio. ¡Los recreos y las horas libres que nos habremos gastado en esos campeonatos!

Luego, allá por el año 1994, se me ocurrió intentar hacer algo parecido con el béisbol. Ese deporte ya empezaba a gustarme, y me veía todas las películas de béisbol que hubiera en la tele o en el videoclub.

Ese año logré darle forma al primer Bésibol de mesa, con dados. Muy rudimentario, pero tambien exitoso. Un dado para el lanzamiento del pitcher, otro dado para el bateador y, ocasionalmente un dado para poner out al corredor robando base. Tenía cada equipo con sus nueve jugadores en forma de fichas de carton cuadradito. La letra inicial del equipo y el numero de jugador en el frente y el nombre del jugador en el reverso. Se usaban nada más para ubicarlos en las bases y poder identificar los jugadores en cada anotación de la planilla. Había una cancha donde los equipos se presentaban en la defensa pero en definitiva era para marcar quienes estaban en las bases como corredores. Se jugaba sólo a tres innings. El resto, pura imaginación. Fue un éxito con mis compaleros de escuela tambi´pen, y logramos organizar algunos campeonatos. Hoy me pongo a pensar y me asombra que se hayan prendido a algo así. Hay que tener muchas ganas para divertirse imaginando un campeonato de béisbol con esa presentación que tenia el juego. Lo que sí le daba color era que yo había inventado una tanda de equipos de distintas ciudades del país, y mis compañeros administraban un equipo cada uno. Llegamos a tener un mercado de jugadores donde cada equipo podía vender o comprar pitchers, bateadores, ganar dinero por cada partido y muchas más cosas.

Bueno, hasta aqui llega esta primera parte. Nos vemos en la próxima.

 

26-May-2021

Con el pasar del tiempo, el juego de béisbol se complejizó un poco más. En los años de secundaria le dediqué mucho tiempo, aunque me faltaban muchas herramientas para acercarlo más a las características del deporte. Ya en la universidad, viviendo en Buenos Aires allá por el año 2003, retomé la tarea de mejorar ese juego, con muchos más conocimientos del reglamento de béisbol. Ahí le puse nombre al juego, que desde esa época quedó bautizado como "Strike Tres!". La version de esos años era demasiado compleja, porque tiraba varios dados, pero el detalle de todos los datos que podía asentar en la planilla lo hacían apasionante. Desafortunadamente en esos años ya no estaba rodeado de pares con quienes compartir esa locura, por lo que jugaba solo, noches enteras.

En todas las épocas, mi equipo siempre fue Venados de San Luis. En total, la liga (mas bien había dos ligas) tenia unos 24 equipos. Cada uno con su nombre, ciudad, fecha de fundación y hasta un logotipo.

Pero en el 2003 tambien me senté y pude dar forma a otro de mis "éxitos". Ese año desarrollé un juego de estrategia de guerra, situado en la provincia de San Luis, donde los ejércitos tenían que tomar control de las ciudades. No tenía fichas, sino que se anotaba y modificaba en un papel con lapiz y goma de borrar.

Logré redactar el reglamento y finalmente registrarlo en la oficina de patentes. En algunos viajes a San Luis se lo compartí a unos ex-compañeros de la escuela, los mismos que jugaban al de béisbol. Ellos oficiaron de "testers" jugándolo incluso entre sus clases de computación en la UNSL. Me mandaban por mails algunas propuestas de modificacion para mejorarlo. Como nunca pude iluminarme con un buen nombre, quedó bautizado con lo más obvio, de manera eternamente provisoria: "La Guerra de San Luis".

Con algunas mejoras en el reglamento, ya terminada la universidad y viviendo en San Luis, usando las herramientas del taller de casa, le dí forma al juego en formato de madera. Las fichas eran arandelas de metal pintadas con distintos colores y los casilleros tenían unas varillas de madera que servían para agrupar las fichas que representaban las unidades militares.

26-Mar-2022

Si bien con este juego se libraron batallas encarnizadas con mis amigos que duraban dias y noches enteras, eso mismo hacía ver dos falencias fuertes: duraba demasiado y no terminaba de estar bien equilibrado, y cuando un jugador empezaba a ganar entraba en una tendencia practicamente irreversible de trunfo. Esas cosas las fui analizando copn los años. Estamos hablando de juegos que diseñaba, jugaba y corregía por épocas, con lapsos de años entremedio. 

Pero no quiero dejar de repasar otros juegos de distinta "popularidad" que inveté. Uno de ellos tambien logró ser convocante en la escuela secundaria. Incluso lo jugaban las chicas, cosa que con los otros de deporte no pasaba. Este era un juego de pistas. En un recorrido de casilleros que formaban unos signos de interogación, dos fichas avanzaban con el dado. Una perserguia a la otra. La que escapaba era el sospechoso, y el perseguidor el detective. Mientras avanzaban, se iban sacando pistas en tarjetas y el detective tenia que usarlas para identificar al sospechoso de entre otra pila de tarjetas. El detalle que lo hcia popular era que los personajes sospechosos (y sospechosas) eran mis mismos compañeros/as de la escuela, respetando sus caracteristicas como color de cabello, ojos, altura, equipo de futbol, etc. Llegué a lelaborarr una lista de espera para ordenar todos los pedidos para jugar que tenia, ya que la modalidad era que cada compañero o compañera era el detective y yo tiraba los dados por el sospechoso. Como tampoco tuve muchos imaginacion para el nombre, quedó si bautizar.