Hoy se cumple 45 años del secuestro y desaparición de mi tío Carlos Mansilla.
No tuve la suerte de conocerlo en persona, pero pude saber que era un joven muy inteligente y jodón, mercedino, peronista, estudiante, y trabajador. Vivía en Buenos aires, estudiaba y militaba en la facultad de Cs. Económicas de la UBA y luego trabajó en la empresa Propulsora Siderúrgica y fue delegado en el gremio de la UOM. Era un militante muy comprometido de la organización Montoneros. Resistió junto a sus compañeros en la clandestinidad cuando vino la Dictadura del 76.
Dos años después, el 29 de septiembre de 1978, luego del mundial de futbol y cuando ya habían desaparecido o asesinado a la mayoría de sus compañeros, siguió militando y fue a una cita a intentar retomar el contacto, pero lo secuestraron los represores.
Recién por los años 2010, 2011 gracias a testimonios de otros detenidos sobrevivientes que lo vieron, supimos que sus secuestradores lo habían llevado al centro clandestino de detención llamado "El Vesubio". Allí fue salvajemente torturado, pero resistió con una gran entereza y hasta intentó escaparse repetidamente. Fue asesinado y su cuerpo jamás apareció.
Hasta saber eso, en la familia estuvimos más de 30 años sin saber nada más que un 29 de septiembre de 1978 había salido y no volvió más.
Sus hermanos y demás familiares pasaron años, décadas, buscándolo. En algún momento yendo a identificar cuerpos a las morgues y hospitales, en otros pidiendo habeas corpus a la justicia, luego denunciando en los organismos de DDHH y preguntando a sobrevivientes que costaba muchísimo que se animaran a hablar. Incluso teniendo miedo por años de ser secuestrados también, participaron en infinidad de marchas y actos y ayudaron a más personas que buscaban a sus familiares en la misma situación. Años y más años, y décadas enteras rezando todas las noches, y sufriendo angustia y rabia ante quienes negaban lo sucedido, encubrían o indultaban.
Su caso finalmente fue juzgado en la causa llamada "El Vesubio III" junto con otros cientos de casos de secuestros, torturas y asesinatos y los responsables fueron condenados en 2022.
Hoy, aunque sigan apareciendo personajes nefastos que quieren negar el genocidio o incluso reivindicar a la dictadura, tenemos que seguir luchando para que todos estos crímenes sean juzgados y los responsables y sus cómplices sean condenados, para que sigamos teniendo memoria y que esto no suceda NUNCA MÁS.
