Ayer fue mi cumpleaños número 40 y, por más que nadie lo dijo, el
momento me empujaba a hacer una especie de balance. Le di vueltas
pensando en lo que me gustaría decir. Me hubiera gustado contar los
preparativos para cada viaje que hice, los planes que preparé, las
fantasías que tuve, los sueños que no me dejaron dormir, los nervios y
las discusiones de los momentos malos,
los paisajes que me deslumbraron, las ciudades que recorrí, la gente que
conocí, lás lágrimas que no pude contener, las fotos que no pude tomar,
las victorias que celebré, los abrazos que di, las risas que compartí,
las broncas que me comí, las cosas que nunca pude tener, las cosas que
nunca pude dejar, las cosas que descubrí, las cosas que reafirmé, las
cosas que entendí y las que nunca entenderé.
Pero ¿saben qué? No lo voy a hacer. En vez de hacer un balance voy a respirar profundo y besar a mi familia.
Me voy a seguir dedicando a vivir y a luchar, aportando mi parte para
que salgamos adelante como pueblo, con más solidaridad y con más
justicia.
Les agradezco enormemente a todas las bellas personas que se tomaron un minuto para saludarme y hacerme llegar su afecto.
Este año ha sido muy difícil para todos. Pero seguir adelante siempre vale la pena.
Vamos.
Joaco
7-Dic.2020
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