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lunes, 28 de septiembre de 2009

Escenarios posibles en Honduras

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EL GOLPE MILITAR EN HONDURAS: PREGUNTAS Y ESCENARIOS POSIBLES

La crisis política asociada al golpe de Estado del domingo 28 de junio ha puesto en evidencia profundas grietas en el sistema político hondureño, una enmarañada red de relaciones cercanas y cuestionables entre políticos, cúpulas religiosas, militares y empresarios, un sinnúmero de debilidades institucionales y una red de intereses personales disfrazados de intereses nacionales. También se han dado a conocer detalles que explican de mejor manera esa extraña asociación entre personas y grupos vinculados a la política, la religión, los medios de comunicación y la empresa privada, y comienzan a aflorar los síntomas evidentes de una democracia deteriorada y amenazada por un Estado de Derecho en crisis, unos partidos políticos cada vez más deslegitimados y unos cuerpos represivos que han demostrado sus renovadas habilidades para enfrentar viejos fantasmas (el comunismo, la intervención de otros estados en la política nacional de ese país) y sacar provecho de las crisis provocadas por los civiles.

¿Por qué se dio el golpe de estado?

Honduras es una sociedad que produce y reproduce pobreza, autoritarismo, violencia política contra sus ciudadanas y ciudadanos; esta es la realidad de fondo que provoca el golpe de estado: más del 70% de la población vive en situación de pobreza, y pobreza en un país del sur significa que una familia se mantiene con menos de un Euro al día (informe sobre desarrollo humano de Naciones Unidas), en contrasentido apenas 10 familias controlan el 90% de la riqueza que produce el país; el poder está concentrado en dos partidos políticos que son corruptos y que han fracasado en la gestión pública; unas fuerzas armadas que desde su creación ha sido entrenada y subordinada a los intereses geoestratégicos estadounidenses y de las transnacionales bananeras de ese país. Esas son las mismas fuerzas armadas que gobernaron a Honduras por más de 50 años con un modelo dictatorial.

¿Cuáles fueron las medidas del Presidente Zelaya que molestaron a los grupos de poder?

El presidente Zelaya, entre otras muchas medidas populares, dobló el salario mínimo, medida que enfadó a la patronal hondureña; proveyó comidas gratuitas en las escuelas (el 72% de los niños hondureños en zonas rurales tienen problemas de malnutrición) y vetó la propuesta de la Asamblea Nacional de prohibir la utilización de la píldora del día después. Estas políticas cambiaron la actitud de las clases populares hacia el Gobierno Zelaya. Tal como señaló el dirigente de Vía Campesina Rafael Alegría, “Zelaya dio esperanza al pueblo”. Los sindicatos y campesinos, así como la población indígena, fueron apoyando a Zelaya que, al proceder del establishment hondureño, había tenido a tales sectores en contra. Pero en la medida que estas fuerzas populares fueron apoyando a Zelaya, la oligarquía fue movilizándose para parar tal proceso.

En política exterior el gobierno de Manuel Zelaya retomó las relaciones con Cuba, después de casi cuatro décadas sin relaciones diplomáticas, se integró a la iniciativa de la Alianza Bolivariana (ALBA), entre otras. Ambas relaciones significaron para el país resolver sus crisis energéticas, compra a precios ventajosos de medicamentos para la población, un programa de superación del analfabetismo, asistencia médica, acceso a créditos ventajosos para incentivar la producción agropecuaria, diversificación del mercado (Honduras es dependiente de Estados Unidos para su comercio exterior en casi un 90%).

¿Tiene consecuencias este golpe en América Latina?

El golpe de estado en Honduras repercute en ese país y en toda América Latina, pues en el centro y sur de ese continente están sucediendo cambios políticos y económicos que cuestionan la centralidad del poder y dichos cambios son vistos como amenaza por los poderes de grandes empresas transnacionales y de gobiernos que como el de Estados Unidos califica al sur del continente americano como su patio trasero. América Latina es la región donde pero está distribuida la riqueza en el mundo con las consecuencias de pobreza que ya conocemos.

¿Cuál ha sido la respuesta de la población y sus movimientos sociales?

La reacción de los movimientos sociales ante el golpe de estado ha sido digna y pacífica y ha creado el Frente Nacional de Resistencia Popular contra el golpe de estado. Todos los días y sus noches las y los ciudadanos hondureños han salido a las calles para rechazar a los golpistas; pedir la restitución del orden constitucional; denunciar a los responsables del golpe; y pedir una sociedad más justa, democrática, incluyente y donde las riquezas no queden concentradas en 10 familias.

En los barrios las y los líderes comunitarios organizan la Resistencia, informan a las familias sobre lo que va aconteciendo dentro y fuera del país, establecen coordinaciones con otros barrios, convocan a las marchas populares, crean comités para resguardar la seguridad de sus vecinos y vecinas, hacen colectas de medicamentos para los heridos, auxilian a las familias cuando algunos de sus miembros son apresados por los militares…

¿Cómo ha reaccionado el gobierno de facto?

El gobierno de facto del señor Micheletti ha respondido como lo han hecho los gobernantes a lo largo de la historia en Honduras: represión, asesinatos y desapariciones forzadas a líderes sociales; imposición de estado de sitio, expulsión y cierre de medios de comunicación. Según el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la población hondureña está sufriendo de represión contra manifestaciones a través de la colocación de retenes militares; aplicación arbitraria de toques de queda; entre 3.500 y 5.000 personas detenidas arbitrariamente por la policía y el ejército durante las manifestaciones; tratos crueles, inhumanos y degradantes; muerte 16 personas y varios heridos de armas de fuego; decenas de mujeres han sido objeto de tratamiento abusivo, que incluyó manoseos, y violaciones sexuales.

¿Cuál es la situación actual en Honduras?

El presidente legítimo, Manuel Zelaya, ha vuelto al país por medios clandestinos y se ha refugiado en la embajada de la República del Brasil e inmediatamente hizo un llamado a los golpistas para que restituyesen el orden constitucional, cesara la feroz represión contra la población desarmada y se abriese una negociación. También hizo un llamado a la comunidad internacional para que apoyen a Honduras a buscarle una salida negociada a este conflicto.

Inmediatamente la población salió en defensa de su presidente rodeando dicha embajada y pidiendo el fin de la violencia política y la paz. La comunidad internacional, incluyendo el gobierno español, se ha pronunciado por una salida negociada y apoya sin dudas al presidente Zelaya.

Como era de esperar el gobierno golpista ha respondido de forma furibunda. La primera medida que tomó fue declarar un estado de sitio (suspensión de todas las garantías ciudadanas); creó un cerco militar alrededor de la embajada brasileña y desde posiciones claves lanza gases tóxicos contra el presidente Zelaya y sus acompañantes.

¿Hay posibilidades de resolver este conflicto?

Existen varios escenarios ante esta crisis. Sin duda que el peor escenario es que los militares continúen e incrementen la represión, como efectivamente está sucediendo, den la espalda a la comunidad internacional, hagan asesinatos selectivos de líderes sociales (ya lo han hecho en la década de los años 80´s) y se aferren al poder. Este escenario solo puede conducir a la guerra civil y con ello al conflicto militar en toda la región centroamericana.

Un segundo escenario es que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas decida intervenir militarmente al país como sucedió recientemente en Haití.

Otro escenario, por el que luchamos, es que las fuerzas sociales sigan presionando al gobierno de facto y la comunidad internacional siga aislando a los golpistas. En ese contexto solo habría la posibilidad de una salida negociaciada en la que el presidente reasume el poder, recupera el orden constitucional y convoca a unas elecciones libres y vigiladas por observadores internacionales.

Aunque importa cual es el escenario de salida a la crisis, lo cierto es que la sociedad hondureña ya ganó en construcción de la democracia; con sus demostraciones pacíficas, sus capacidades de organización y movilización el pueblo hondureño tiene toda la legitimidad para transformar su sociedad en una más libre, con mejor distribución de la riqueza y abierta al mundo para alcanzar mayores cuotas de desarrollo.

Wilmer Rickly
Sociólogo hondureño, residente en España
Miembro del Frente Nacional de Resistencia Popular contra el golpe de estado

Fuente: http://porhonduraslibre.blogspot.com/2009/...

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